Elsa “Tata” Quiróz, una de las fundadoras del Partido, enriqueció el contenido de nuestra revista con conceptos muy valiosos sobre la organización, la educación y la militancia. Fuente necesaria a la hora de entender por qué, tras dos décadas de trabajo político y de alcanzar muchas metas, es posible pensar un gran futuro.
– ¿Qué significan los 20 años de la CC-ARI para vos?
– Es una hechura, una factura muy importante. Lo digo en término del conjunto, que surgió en un contexto bastante complicado, donde era necesario poner sobre la mesa distintos valores que eran expresados en la Cámara de Diputados, a partir de un No nos unió a distintos legisladores, que fue el No a la Reforma Laboral, pese a los aprietes, a las extorsiones.
Ahí nos fuimos encontrando y organizando alrededor de alguien que nos llamaba mucho la atención, que fue Lilita Carrió; a quien yo no conocía personalmente, pese a vivir ambas en Resistencia. Surgió muy rápido el acercamiento porque al otro día de la Reforma Laboral empezamos a recibir apoyo en el despacho y nos fuimos a las provincias, a Neuquén, a La Pampa, por el interés de legisladores y concejales. Y así hicimos lo que en principio fue el ARI, junto a Polino, Afredo Bravo. Venía gente del Frente Grande, del Frepaso, como yo, y de la Alianza, de la UCR.
– Y hablando de principios, ¿nombre dos o tres que surgieron en aquel entonces y hoy, 20 años después, sostienen a un Partido?
–La República, la consolidación de las instituciones, la justicia en término de Derechos Humanos, la verdad, la libertad, pero, sobre todo, una convivencia política republicana, con respeto a las instituciones donde cada uno tiene que hacer lo que debe hacer. Pero también estamos muy en contra…
– Perdón que te interrumpa, vas a decir que estás en contra de algo cuando el marketing le indica a los políticos que siempre tienen que hablar en positivo…
– Hay que decir las cosas claras: estábamos y seguimos estando muy en contra de la corrupción. Veníamos del Menemismo y adoptamos ese sello identitario, cuando Lilita ya estaba en la Comisión de Lavado, pero los 2000 y pico fueron peores.
Tenemos una consigna, acuñada por Lilita: No mentir, no usar y no votar en contra de los pobres. Este fue el inicio y es lo propio, ahora. Reclamamos Justicia, institucionalidad, verdad, no a la impunidad, no al autoritarismo, no a la autocracia. Los valores están, más que nunca, en cada uno de nosotros.
– Un Partido con territorio y gran representación legislativa que creció en torno, pero más allá también, de la figura de Carrió.
– Nunca fue una debilidad ser referidos sólo a la imagen de Lilita. Ella decía que era un punto negro en una hoja en blanco porque no perteneció a ninguna organización, no se veía organizada ni organizando. En cambio, yo he sido una persona muy organizada –Ver Biodata-. Discutí con Lilita por este asunto cuando se estaba formando el Partido y lo pudimos resolver cuando hicimos el viaje de campaña en 2003 y terminamos agotadas: fue cuando Lilita me dijo “Tata, ahora sí tenemos que organizar el Partido”. Yo navegaba por los cielos, ¡al fin esta chica entendió lo que es la organización!
“Nosotros teníamos un liderazgo inconfundible e incomparable en Lilita, una especie de líder que nunca necesitó mediación para conectarse con la gente, con las personas, con la sociedad y con la realidad. Ahora, hacía falta que todas las voluntades de prácticas militantes en todo el país, era necesario organizarlo pero no para mediar entre el líder y ellos, sino para sostener el liderazgo. Por eso nunca Lilita y yo tuvimos desavenencias, contradicciones de roles. Le decía que ella era la líder y nosotros el Partido para crecer y para sostener el liderazgo. El liderazgo acumula en política y el Partido suma en organización”.
– Específicamente, ¿cuál fue tu rol?
– Lilita me pidió que me ocupen de organizar el Partido y acepté hacerlo en el Interior del país, pero que otros se encarguen de la Provincia de Buenos Aires, que es aparte Recién le dimos el documento de identidad al Partido en octubre de 2004, al cumplir los requisitos. Fue entonces que formalizamos los cargos.
– Otro hito fue el Congreso de San Nicolás.
– Efectivamente, fue ahí cuando desde el ARI decidimos no estar solos y convocamos a la Coalición Cívica y otras fuerzas. Había que potenciarse con quienes pensábamos distinto pero sobre los mismos principios y valores, para conseguir soluciones más efectivas y que mejoren la vida de la gente y modifiquen la realidad.
“Hoy, el oficialismo no genera esos espacios donde los temas que preocupan a la sociedad puedan ser discutidos: la pobreza, la falta de Justicia y el autoritarismo que a esta altura ya es vergonzoso. A la gente no le preocupa cuándo se van a convocar las elecciones ni discute sobre eso”.
DE CULTURA Y EDUCACIÓN
– Hay un punto que debemos analizar en cuanto a la pobreza, pues si bien creció al 42% de la población en 2020, no se puede afirmar que cuatro de diez argentinos se consideren pobres. Es decir, hay una diferencia entre lo académico y la autopercepción. Es más, me atrevo a decir que un muy bajo porcentaje de la población se considera sinceramente pobre. ¿Ves este punto?
–Si, si, absolutamente. Se trata de una comprensión limitada de la propia realidad. Viene de años, años y años… de no tener acceso a herramientas que permiten tener una suficiente capacidad interpretativa de la realidad personal y social. Entramos a un plano mucho más general, pues esas capacidades debieran ser el piso para todos los argentinos, un piso cultural, educativo, no sólo económico.
“El pobre de toda pobreza, el que va a la esquina a buscar agua y se prepara para ir a hacer changas para traer un plato de comida para su familia, sabe de eso y no de otra cosa, pero tiene un montón de cualidades positivas que lo ayudan a convivir con el resto y que no potencia por falta de herramientas. También está el motochorro que balea una casa y que tampoco tuvo estas herramientas culturales y educativas para analizar mejor la realidad, ya que lleva 20 o 30 años con gente en su entorno que no va a laburar y pueden tener dinero a partir del delito, como la venta de droga; y sabe que su vida es corta. Esto es responsabilidad de la dirigencia política”.
– ¿Qué agregan a ese contexto, los problemas del sistema educativo durante la pandemia?
– La pandemia es coyuntural. Vayamos más a fondo: la política educativa es parte de las políticas públicas.¿Cuáles, cuántos y en qué tiempo, los gobiernos, las instituciones y responsabilidades políticas institucionales se dedicaron a delinear políticas educativas para el futuro? Hace años que no se habla de eso.
– Recuerdo cuando se instauró el sistema polimodal, cuando se pasó a las EPB y ESB, también cuando se actualizaron los diseños curriculares, creo, durante el gobierno de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires.
Todas fueron absolutamente insuficientes. Las medidas de María Eugenia fueron un paso adelante porque tiró abajo mucho de lo anterior que no servía y fue positivo en ese sentido. Cosas que se habían aplicado y fracasado en España se implementaron acá, ya teniendo esos antecedentes…
“Hoy no se puede hablar de modificar un año, un ciclo o un diseño currircular porque lo que tenemos que formar son ciudadanos del mundo. Con cualquier teléfono estamos interactuando con un chino, un francés, un sudafricano, por
eso tiene que estar formado con valores generales que son cuestiones de fondo, como la libertad, la República, para respetar y ser respetados en Sudáfrica, en Inglaterra, en Bangladesh o en Australia”.
A LOS MILITANTES
– Me das pie para pedir unas palabras para los adherentes y afiliados de la CC-ARI que son los que conducirán el Partido del futuro.
– Hay que amigarse y utilizar la tecnología, pero a la vez debemos ampliar estar organización que no es sólo partidaria. Como una familia cuando organiza un festejo, que prepara todos los aspectos para que la convocatoria y la experiencia tengan éxito, de igual manera lo debe hacer un Partido. El militante de nuestro Partido tiene que ser parte de la organización de la sociedad. ¿Sabés cómo? Con una sombrillita, unos volantitos y promoviendo el debate y la discusión pública desde los más chiquitos hasta los más grandes, desde los comercios que reclaman por los horarios a las madres que luchan por las clases presenciales; y no desde el aplauso sino construyendo herramientas necesarias para resolver las necesidades de la gente.
“El militante de nuestro partido tiene que estar en la calle, dando y recibiendo información, organizando los sectores de la sociedad y conviviendo sobre la base de los valores descriptos al comienzo de esta hermosa charla”.
BIODATA
Elsa Siria Quiroz es conocida como “Tata” Quiroz pero la reconocemos por su gran trayectoria como docente y política argentina.
En 1976, con 25 años y mientras estudiaba arquitectura y militaba en la Juventud Universitaria Peronista en la Universidad Nacional del Nordeste fue detenida por la dictadura cívico-militar comopresa política.
Fue fundadora del Sindicato Unificado de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (SUTEBA), secretaria general de la Seccional Merlo. A su vez, fue congresal de CTERA.
Avanzados los 90s, aparece su participación como secretaria general del movimiento Argentinos por una República de Iguales (ARI). “Tata”, en 1999, asumió su primer período como diputada nacional, por la provincia de Buenos Aires, desde donde trabajó en la defensa de consumidores y en las comisiones de Obras Públicas y Economías Regionales.
Fue electa en el mismo cargo, cumpliendo funciones entre el 7 de septiembre de 2006 y el 10 de diciembre de 2011.
En octubre o noviembre de 2008 cuando concluí los cuatro
años como secretaria general del Partido, hicimos un acto en
el que me hicieron regalos, sacamos fotos y cosas. Yo dije:
‘Bueno, chau. Ha pasado una primera etapa, espero que las
que vengan sean mejores. No seré una persona de consulta,
como dicen en otros casos, ni la ex nada. Yo voy a seguir
siendo, La Tata’.